by: #toddfather
(Hector Velazquez; photo by @purobeisbolfb)
Eres apenas un niño cuando el cuero del guante toca tu piel por vez primera y las yemas de tus dedos sienten las costuras de la pelota. Corriste un poco, bateaste unas pelotas y trataste de atrapar otras tantas. No importa si después de aquel día jugaste béisbol un año diez o toda la vida, desde entonces un sueño se hizo común en tus noches: Jugar en las grandes ligas.
Imaginas antes de ir a dormir que tu nombre es anunciado ante la multitud, sueñas que das el homerun para ganar y visualizas que tu padre te da un abrazo al terminar de lanzar un sin hit ni carrera en tu debut. Oh si, sueñas que lanzaste y bateaste en la noche de tu debut. Y nadie te puede quitar eso, son tus sueños y dicen que son el alimento del alma. Sueñas una y otra vez con estadios llenos, homerunes y atrapadas. Y te sientes en el cielo, solo de imaginarlo una sonrisa se dibuja en tu cara, pero que pasaría si esos sueños se hacen realidad……
Es un martes de mayo y el frío se alejó por completo. Ya no hay chamarras en las calles ni el lento caminar de la gente. Se dirige al estadio con la ilusión y conocimiento que se va por buen camino: 1.55 de efectividad 2 ganados 1 derrota y una apertura de 6 entradas perfectas. Muy en el fondo la emoción crece porque las actuaciones aumentan las posibilidades, pero ese no es nuestro trabajo, eso no está en nuestras manos. Nuestro trabajo es poner a los bateadores "Out", que sencillo se Lee eso.
El teléfono nos informa que Pomeranz salió lastimado en el último juego y es inevitable pensar lo que tú también pensaste. Pero de nuevo, eso no es nuestro trabajo. Nos vestimos para la práctica diaria y justo antes de terminar los estiramientos se escucha una voz que grita -te llama el Manager-
Anteriormente esto ya ha sucedido, algunas veces el manager prefirió hablar personalmente sobre el equipo de enfrente o sobre el plan a realizar, así que elegimos pensar que es eso y no aquello que tu corazón anhela. Entramos a la oficina y el jefe Pregunta - Como estas?- Bien, gracias- se responde con tono que denota educación. Perfecto, me da gusto que estás bien, porque el jueves abres en Oakland, felicidades hijo, acabas de ser llamado al equipo grande. Boom…..
Tardas segundos en asimilar, ha pesar que es un momento que has repasado en tu cabeza cientos de veces en los últimos días, la impresión no cesa. Tus ojos se llenan de lágrimas y con voz entrecortada agradeces la noticia. En instantes ves pasar ante tus ojos tu vida como pelotero, todo lo dulce y amargo de este largo viaje. Por alguna razón recuerdas esos malos momentos, aquel coach en la academia que te dijo que buscaras otra profesión, o aquel reporte en México donde afirmaba que no serías capaz de sacar "Outs" en la Mex-Pac, Lesiones, malos tratos y un sinfín de tropiezos, y lejos de odiar esos episodios los agradeces, te motivaron cuando renunciar parecía una opción.
todo ha sido borrado de la manera más satisfactoria posible: Jugar en las Grandes ligas de béisbol.
El jueves 18 mayo a las 7:10 de Ciudad Obregón, Sonora comienza el sueño de Hector Emilio Velazquez Aguilar, aunque en realidad, todo comenzó aquel momento hace 22 años cuando conoció al béisbol…..
@hvelazquez38
