martes, 6 de mayo de 2014

PONCHADO POR EL SISTEMA

BY TODDFATHER



Es el dia de apertura en la LNS, el equipo de casa se encuentra empatado, un corredor en base y al bat Esteban Quiroz. Una recta por en medio del plato habla de lo valiente del lanzador pero no de su inteligencia, Cuadrangular de linea por todo el jardín derecho deja en el terreno al rival y el trote triunfal por las bases del obregonense sabe a gloria y libertad; era el supuesto nuevo comienzo en su carrera, era borron y cuenta nueva, era comenzar de nuevo a jugar.

Pero una llamada, del señalado por muchos como nefasto, el dueño de los Diablos Rojos y Guerreros de Oaxaca, Roberto Mansur, acabo en minutos con el sueño del cajemense, sin muchas o ninguna explicación y sin estatutos validos, exigió la suspensión inmediata del pelotero; en menos de 12 horas Esteban Quiroz fue dado de baja del Club Bravos de Cajeme, la explicación que se le dio fue tan breve como arbitraria: Llamo Mansur, no quiere que juegues, ni modo.

La suspension de Quiroz en la LMB esta envuelta en un negro andar que tiene mas preguntas que respuestas. Cuando participaba con los Tigres de Quintana Roo Dio positivo a Hormona de crecimiento humano en los controles antidopaje, El jugador incredulo ante la noticia, se realizo examenes particulares a sabiendas que estaba limpio, dichos examenes arrojaron lo que el esperaba: NEGATIVO ante cualquier sustancia prohibida por la liga para mejorar el rendimiento. Por ignorancia sobre el proceder en estos casos, el jugador acepto su castigo y fue suspendido 50 juegos. -Yo solo era un novato a quien nadie conocia, lo ultimo que queria era hacer enemigos o pelearme con alguien, asi que me quede callado y cumpli mi castigo- afirma el ex mundialista.






Servido los 50 juegos,  al año siguiente de nuevo fue subido al equipo grande donde ya se establecia como jugador regular cuando nuevamente dio positivo de nuevo a la hormona de crecimiento, acudio a realizarse examenes particulares para probar su inocencia, 3 laboratorios distintos (de los cuales tiene copias) respaldaron su version al resultar los 3 negativos. Con dichos papeles en mano acudió a Guadalajara, sede de la CONADE donde se realizan las pruebas, para evitar la injusticia y buscar respuestas, pero todo fue en vano y no le dieron derecho de replica. Envio dichos resultados a la directiva de su equipo buscando apelar, pero estos solo le dijeron que la apelacion no procedia.

Ahora lo de la liga norte de Sonora, es un ejemplo de los abusos en el poder; el Cajemense fue dado de alta y participo en el primer juego porque la liga, secretario y dueños de equipos asi lo habian acordado, pero casualmente, despues de dar cuadrangular para vencer a los Diablos de Hermosillo (filial de Diablos Rojos, del que es dueño Roberto Mansur) Esteban Quiroz fue dado de baja por una supuesta llamada de Mansur a la liga.

-Estoy siendo objeto de una injusticia enorme, nunca he consumido hormona, ni siquiera la conozco, en toda mi vida nunca he visto esa sustancia, no se siquiera que es o como es, desconozco si se toma, aspira, unta o inyecta, leí por ahi que algunas llegan a valer 25 mil pesos, imaginate, yo  ganaba 30 mil pesos mensuales, tendria que quedarme sin comer un mes para usarla- afirma con tono de asombro el obregonense.

Yo no se que tiene contra mi el señor Roberto Mansur, no lo conozco, ni se que le hice para que me impida jugar, pero esta bloqueando mi carrera como pelotero- afirma Quiroz

Lo que hay que recalcar, es que la voz de Esteban Quiroz se une a la de Alex Cabrera, Jugador del Aguila de veracruz, quien casualmente "dio" positivo al doping. el venenozalo culpa al señor Roberto Mansur de estar detras del supuesto dopaje, argumentando que es en represalia por negarse a jugar para los Diablos Rojos del México. El famoso samurai reto al sistema, exigiendo se le realize una segunda prueba con medios de comunicación presentes, casualmente, las maquinas de la CONADE "se descompusieron" y no es posible, por el momento, realizar dichas pruebas.

Tengo miedo- afirma Quiroz con voz lastimosa, tengo miedo de una vez cumplido el castigo, salir a jugar y que de nuevo me hagan lo mismo, si ya me lo hicieron dos veces, nada les cuesta una tercera.